jueves, 10 de noviembre de 2011

Nostalgia

La nostalgia o la añoranza siempre se ha relacionado (o casi siempre) con la tristeza. Con el sentimiento de pena o melancolía que siente una persona al recordar una vivencia pasada, una persona o simplemente, algo que ha dejado atrás pero que su rastro sigue latente.

Para mi no es solo tristeza, es recordar, mientras se me eriza el bello y el lagrimal enciende el intermitente,  momentos en los que he sido tan feliz que realmente me produce un destello de confusión  pensar que no los volveré a repetir.

Sigo con el imperativo de que sentir dolor, añoranza, tristeza, alegría o cualquier sentimiento, siempre es símbolo de estar vivo, de que no te hundes en la espuma de los días y te dejas llevar por el pesimismo, la crudeza y insensatez de un mundo que se está carcomiendo a él mismo.




miércoles, 2 de noviembre de 2011

Estética Musical


“¡Qué cosa sublime no es la música, tan sublime como profundo e inescrutable es su misterio! ¿No vive acaso en el espíritu mismo del hombre? […] ¿No lo colma de dulcísimas imágenes oníricas, arrastrándolo a una vida diferente, luminosa, ultraterrena, donde el hombre encuentra refugio de las deprimentes penas de este mundo? […] Sí: una fuerza divina lo invade entonces. Y quien se abandona con infantil pureza de sentimientos a las solicitudes de la fantasía, aprende a hablar el lenguaje del romántico, mundo sin explorar de los espíritus, y evoca inconscientemente (como el aprendiz de brujo cuando lee en voz alta en el libro mágico del maestro) hileras de ángeles y de demonios maravillosos, que se mueven alrededor del mundo como aéreos séquitos de danzantes, suscitando una palpitación de infinita nostalgia que nadie alcanza a percibir”.

E.T.A HOFFMAN (1766-1822)

¿Y para mí?