viernes, 12 de agosto de 2011

Crítica teatral "Desclassificats" (Pere Riera)



Una tímida reflexión sobre valores y ética periodística  



El joven dramaturgo Pere Riera presentó el 14 de marzo Desclassificats en La Villaroel, una obra fresca, dinámica y aparentemente, sencilla. Con una supremacía de la actuación sobre el guión, el reparto viene de la mano de tres actores consagrados, Emma Vilarasau, Abel Folk y Toni Sevilla.  En Desclassificats Pere Riera pone sobre la mesa la fina línea que separa lo personal de lo profesional, la frontera entre la ética y los abusos de poder, entre valores y periodismo.

Una reputada periodista, Silvia Utgés (Emma Vilarasau), se encuentra en un despacho presidencial a la espera de hacerle una entrevista al presidente del Gobierno, Víctor Bosch (Toni Sevilla). Una entrevista que podría comprometer al presidente, pues Silvia dispone de unas fotografías que lo inculpan de un caso de corrupción de menores, cometido antes de aceptar el cargo. La intención de Silvia Utgés de desvelar en la entrevista la corrupción del señor Presidente se tambaleará con la intervención del jefe de prensa del presidente, el señor Cáceres (Abel Folk), y sus juegos equívocos de palabras. Nos encontramos en ese momento ante un guión que era aparentemente sencillo, pero, que poco a poco se va complicando, convirtiendo lo que era un terreno firme y controlado de la periodista, en un barrizal. Como si se tratase de una entrevista de David Frost a Richard Nixon, pero con una pequeña diferencia. La reputada periodista también tiene un telón de Aquiles: su hija menor de edad es detenida por tráfico de drogas en el instituto. En ese momento, la periodista tendrá que dirimir entre su carrera profesional o bien, su reputación y el futuro de su hija. La simplicidad de la escena, una habitación presidencial decorada de forma minimalista, deja a los actores al desnudo ante el guión. Es únicamente la actuación de los tres personajes, lo que permite que la atención de los espectadores no flaquee.

Pese a que la noticia de la implicación de la hija en cuestiones de tráfico de drogas supone un giro de 180 grados, y que pretende intrigar a los espectadores, no lo consigue. Tanto la periodista como el señor Presidente tienen algo que ocultar a la sociedad, se encuentran entre la espada y la pared. En ese momento, copan el protagonismo la escala de valores personales y  profesionales, se cuestionan los límites a los que puede llegar el poder. Pero no va más allá. La actitud por la que se deja llevar Silvia Utgés no supone una sorpresa. Un final vaticinado y fácil de descifrar para unos espectadores que esperaban más de una historia que se antojaba primero simple y después, más compleja. No obstante, la obra consigue hacernos reflexionar, de forma tímida, sobre la ética personal y profesional, sobre qué poner por delante ante semejante situación. Un final, que pese a ser esperado, hace encararnos a nosotros mismos y cuestionarnos qué opción secundar, qué camino seguir. En Desclassificats, pese a que graviten varios asuntos, la principal reflexión se nutre de la relación incondicional entre ética y periodismo, entre poder, fuentes y  medios de comunicación. 




Título original:      Desclassificats
Autor y director:  Pere Riera

Intérpretes:          Emma Vilarasau (Silvia Utgés), 
Abel Folk (Cáceres), Toni Sevilla (Víctor Bosch)
Sala:                    La Villarroel

No hay comentarios:

Publicar un comentario