viernes, 12 de agosto de 2011

Las minas antipersonal en Libia como seguro de guerra


Human Rights Watch ha confirmado que las fuerzas de Muammar Gaddafi han establecido minas antipersonal y anti-vehículo en el actual conflicto con la alianza Internacional. Las minas fueron descubiertas el 28 de marzo, dos días después que las fuerzas del coronel Gaddafi se retirasen de la zona,  cuando un camión explotó al pasar por encima de dos minas antipersonal que detonaron en las afueras de  Ajdabiya. El número de minas antipersonales y anti-vehículo encontradas son alrededor de 50.

Las minas antipersonales están prohibidas internacionalmente desde el año 1997 mediante un acuerdo, el Tratado de Ottawa. Está firmado por 133 países y 39 están fuera del tratado. Precisamente, Libia y Estados Unidos son algunos de los países que no forman parte del tratado, como también lo son China, India y Rusia. ¿Quiénes son los principales vendedores y exportadores de minas antipersonal hoy día? De forma reiterada nos encontramos a Estados Unidos, India, Rusia y China. También forma parte de la lista de vendedores Corea del Norte, Corea del Sur, Cuba, Egipto, Irán, Irak, Birmania, Nepal, Pakistán, Singapur y Vietnam.

Las principales explicaciones para el uso de las bombas antipersonales se hallan en el bajo coste y la eficacia a corto y largo plazo. El precio es variable y oscila entre 1,50 euros las más baratas y 180 euros las más caras. Son fáciles de colocar y atomizan a los soldados del ejército enemigo y a civiles. Si no son erradicadas al completo, pueden estar activas durante más de cincuenta años.

Las minas antipersonales aseguran un conflicto a largo plazo y silencioso. La guerra del Vietnam (1964-1975) fue una guerra de guerrillas entre Vietnam del Sur y Vietnam del Norte, no a campo abierto como fueron las guerras mundiales. El papel de Estados Unidos se fue complicando en Vietnam y justificaron el uso de minas antipersonal para sitiar a los poblados del Vietcong y para proteger las posiciones estadounidenses. La confrontación se hallaba entre un ejército pequeño en relación a un gigante armamentístico, como lo era Estados Unidos. Ahora, en Libia, el ejército de Gaddafi se enfrenta a una oposición internacional. Es un David contra un Goliat. Parece probable que el uso de minas antipersonal en Libia sea justificado como estrategia para intentar ganar una guerra a largo plazo. Cuando las fuerzas internacionales dejen de intervenir, quedará un arma de guerra invisible, eficaz y duradera para acabar con la población civil. La guerra en Libia no sólo se está batiendo entre las fuerzas de Gaddafi y la coalición Internacional, sino que también la está lidiando contra su población. Esta guerra interna será la más hermética, larga y dura de afrontar.

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